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MAYO 2023

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  Mientras tanto, nuestros estudiantes continúan haciendo campaña por una mayor sostenibilidad. Muchos sindicatos de estudiantes ahora tienen un oficial ambiental dedicado y participan en la evaluación anual Green Impact de Students Organizing for Sustainability. Sin duda, la sostenibilidad es una consigna en nuestro sector.

   

  También hemos visto este cambio en el avance institucional, ya que los profesionales del área se han vuelto cada vez más conscientes de que debemos reducir nuestros materiales impresos para ser más sostenibles. Las campañas de procuración de fondos están pasando del correo directo al alcance por correo electrónico. Las revistas de egresados se están reinventando como alternativas digitales, como los micrositios en línea. Las guías de las jornadas de puertas abiertas y los materiales de contratación están empezando a producirse en formato PDF y HTML, en lugar de copias en papel desechables.

   

  Micro prospecto de la Universidad de Nottingham

   

  MICROPROSPECTO, GRAN IMPACTO: El microprospecto de la Universidad de Nottingham ahorró a la institución del Reino Unido más de 72 toneladas de papel y 18.240 kilogramos de dióxido de carbono.

   

  Crédito: Universidad de Nottingham

   

  La Universidad de Nottingham incluso dejó de producir un prospecto impreso tradicional y pesado a cambio de nuestro microprospecto. Esta innovación galardonada ahorró más de 72 toneladas de papel y más de 18.240 kilogramos de dióxido de carbono. Esto es el equivalente a un automóvil promedio de gasolina o gasolina que conduce 287,000 millas.

  Como sector, debemos estar orgullosos de estos pasos para reducir la huella de carbono impresa de nuestras actividades de captación de estudiantes, marketing, vinculación con egresados y procuración de fondos. Pero ¿con qué frecuencia consideramos nuestra huella de carbono digital?

   

  Huella de carbono digital

   

  Lo digital se ha promocionado durante mucho tiempo como la alternativa sostenible a la impresión y más organizaciones de educación superior han liderado transformaciones digitales para reinventar su contenido digital. Sin embargo, hay consecuencias para un ecosistema digital en expansión. Cuanto más contenido digital creamos, almacenamos y consumimos, más energía usan nuestras computadoras, servidores de datos y dispositivos digitales. Cada página web, correo electrónico y publicación en las redes sociales utiliza energía, que generalmente se genera a partir de la quema de combustibles fósiles, que libera dióxido de carbono a la atmósfera. Un tweet puede parecer inofensivo, pero los dispositivos electrónicos, Internet y los sistemas que los respaldan producen el 3,7 % de las emisiones mundiales anuales de gases de efecto invernadero, según una investigación de 2019 de The Shift Project, un grupo de expertos ambientales con sede en Francia. Eso es más que las emisiones producidas por la industria de las aerolíneas (3,5%), y para 2025, la electrónica podría producir tantos gases de efecto invernadero como los automóviles, predice The Shift Project.

   

  No es solo el uso de dispositivos o el almacenamiento de datos lo que consume energía: la fabricación de productos electrónicos y la eliminación de desechos electrónicos contribuyen cada vez más a las emisiones. Entre 2014 y 2020, las emisiones de gases de efecto invernadero de los dispositivos electrónicos y los desechos electrónicos aumentaron un 53 %, según descubrieron investigadores de la Universidad de California, Irvine, en 2022. En última instancia, la demanda de energía para nuestros hábitos digitales aumenta un 9 % al año, según al Proyecto Cambio.

   

  La sostenibilidad digital se está convirtiendo en la próxima batalla en la lucha contra el cambio climático.

   

  Entonces, ¿qué acciones podemos tomar dentro del sector de la educación?

   

  Sostenibilidad digital en la educación y el avance institucional

  El contenido digital es un área en la que los equipos educativos pueden reducir la demanda de energía. Como profesionales de avance institucional, probablemente seamos responsables de importantes proyectos digitales: sitios web, gestión de activos digitales, sistemas de gestión de relaciones con los clientes, campañas, podcasts y redes sociales. Esto nos brinda la oportunidad de implementar un cambio significativo.

   

  Incluso si eres principalmente un consumidor de contenido digital, en lugar de un creador, hay muchas oportunidades para hacer un cambio. Después de todo, contribuimos a la huella de carbono digital de nuestra universidad cada vez que enviamos un correo electrónico, organizamos una videollamada y cargamos nuestras computadoras portátiles. Aplica estas sencillas estrategias para reducir drásticamente tu consumo de energía y hacer que tu contenido digital y su conducta sean más sostenibles.

   

  Las cinco R’s de la sostenibilidad digital

  Las cinco R’s de la sostenibilidad digital son formas viables de reducir la demanda de energía digital en tu colegio o universidad.

   

  1. Rechazar

  Negarse a crear contenido nuevo. Si el contenido no satisface la necesidad de un usuario, o si tu contenido existente ya satisface la necesidad, no deberías crear contenido nuevo. No tiene sentido agregar otra pieza de contenido digital a un Internet que ya está en auge si no es necesario. Se desperdiciará energía al crear y almacenar este contenido.

  Rechaza a los proveedores que no compartan tus valores. Trabaja con proveedores o usa productos de software que usen energía renovable o tengan una estrategia de cero emisiones netas. Es posible que debas investigar un poco para encontrar las posiciones de las empresas sobre el cambio climático. Un simple cambio es cambiar Google por el motor de búsqueda ecológico y neutral en carbono Ecosia. Esta empresa con sede en Berlín, Alemania, planta un árbol cada vez que los usuarios hacen una búsqueda.

   

  Rechazar correos electrónicos y reuniones virtuales. Darse de baja de los boletines electrónicos que nunca abres; solicitar ser eliminado de una lista de correo electrónico CC o BCC; y pregunta si una reunión virtual realmente necesita ser grabada. Todas estas acciones reducirán la demanda de energía.

   

  2. Reducir

  Reducir la complejidad. Haz que sea más fácil y, por lo tanto, que consumas menos energía para que los usuarios encuentren, comprendan e interactúen con tu contenido web haciéndolo menos complejo. Crea tu sitio en función de las principales tareas de los usuarios, para que puedan ver rápidamente a dónde deben ir. Escribe en el idioma de sus usuarios para que no se confundan. Crea interfaces fáciles de usar que ayuden, en lugar de obstaculizar, el recorrido del usuario.

  Reducir el peso de las páginas web. La página web promedio pesa, en datos, 2.000 kilobytes y produce alrededor de 0,5 gramos de dióxido de carbono por página vista. Puedes verificar la cantidad de carbono que produce una página web utilizando la Calculadora de carbono del sitio web. Establece un presupuesto de peso de página. Pide a tus desarrolladores web que optimicen el código y usen funciones ligeras para mantenerse dentro de él. Las imágenes y los videos aumentan el peso de las páginas, así que considera si son realmente necesarios.

   

  3. Reutilizar

  Reutilizar contenido antiguo. Sigue el principio de "crear una vez, reutilizar en otro lugar" al volver a empaquetar el contenido existente y usarlo de nuevas maneras. Podrías compartir un artículo antiguo que vuelve a ser relevante, volver a editar imágenes existentes en un video nuevo o editar diapositivas de presentaciones antiguas en lugar de crear nuevas versiones. Todos estos pasos reducirán la energía necesaria para crear y almacenar nuevos contenidos.

   

  Reutilizar dispositivos. En promedio, una computadora portátil produce 423 kilogramos de dióxido de carbono, y su fabricación crea entre el 75 % y el 85 % de su huella de carbono total. Considere comprar computadoras portátiles de segunda mano o reacondicionadas. Sitios web como Backmarket venden computadoras portátiles, tabletas y teléfonos usados a precios asequibles. Circular Computing reconstruye computadoras portátiles que son comparables a las nuevas y la empresa planta cinco árboles por cada computadora portátil vendida. Mejor aún, prolongue la vida útil de su dispositivo existente reparándolo.

   

  4. Reparar

  Reparación de clasificaciones de búsqueda. Mantente atento del contenido que cae al final de la página uno o se encuentra cerca de la parte superior de la página dos en los resultados de búsqueda de Google. Asegúrate de que la energía utilizada para crear y alojar tu contenido web se aproveche y genere visitas de Google. Optimiza tus páginas para que aparezcan más arriba en los resultados de búsqueda. Más visitas a la página darán como resultado más dióxido de carbono, pero esto es mejor que pocas visitas a la página porque esas páginas redundantes todavía producen dióxido de carbono al estar alojadas en servidores de datos.

   

  Repara tu contenido. Con el tiempo, el contenido no querido que languidece en tu sitio web o canal de YouTube puede quedar obsoleto y, en ocasiones, romperse. Cuando un usuario llega a contenido desactualizado o roto, ha desperdiciado energía para llegar a él y, posteriormente, rebotar lejos de él. Establece fechas de revisión y recordatorios para verificar el contenido, actualiza cuando sea necesario y corrije cosas como enlaces rotos, errores 404 y videos que no se muestran correctamente.

   

  5. Retirar

  Retira tu contenido. Durante una revisión de contenido, si encuentras que el contenido ya no es necesario, deséchalo. También puedes establecer fechas de caducidad para el contenido. Asegúrate de redirigir las páginas que eliminas para evitar enlaces rotos. Retirar el contenido antiguo reducirá la energía necesaria para alojar, cargar, buscar y utilizar el contenido restante.

   

  Retira tus datos. Elimina correos electrónicos y documentos antiguos que no necesita conservar. Limpia las listas de correo de personas que nunca abren un correo electrónico. Elimina cualquier dato que legalmente necesite desechar según las regulaciones de datos de su región. Esto reducirá el almacenamiento en los servidores de datos y ayudará a que los programas de software se ejecuten de manera más eficiente.